El Papa lamentó durante el Ángelus de este domingo el pesimismo que está generando la pandemia en la sociedad y propuso como antídoto una mayor "sobriedad", "la atención discreta y respetuosa a los vecinos que puedan tener necesidad" y "la oración sencilla" practicada en familia.
La situación que estamos viviendo, marcada por la pandemia, en muchos genera preocupaciones, miedos y malestar; se corre el riesgo de caer en el pesimismo, en el cierre y la apatía", lamentó el pontífice asomado al balcón de su estudio privado en el Palacio Apostólico.
Durante el rezo mariano, que coincide con el primer domingo de Adviento y que marca para los católicos el inicio de un nuevo año litúrgico que prepara para la Navidad, el Papa invitó a los fieles a recabar "el bien" incluso de situaciones dolorosas y difíciles como la pandemia de coronavirus.
"La espera confiada del Señor hace encontrar consuelo y valentía en los momentos oscuros de la existencia. ¿Y de dónde nace esta valentía y esta apuesta confiada? Nace de la esperanza", dijo. De este modo, destacó que Dios "no decepciona". Y agregó: "Nos hará esperar algún momento en la oscuridad, pero siempre está a nuestro lado".
El pontífice, que este sábado ordenó a 13 nuevos cardenales en una ceremonia marcada por la pandemia, con la presencia a través de la plataforma digital Zoom de dos de ellos por las restricciones en los viajes, mostró su "cercanía" a las poblaciones de América Central que han sido afectadas por las tormentas 'Eta' e 'Iota'. Así, tuvo palabras especiales para las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, así como la zona de la costa del Pacífico de Colombia.